Palabras Rafael Ovalles sobre la Educación, en participación en Chile

Sábado, 22 Octubre 2016

Agradezco a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) la invitación a este seminario «Protección y formación: Instituciones para mejorar la inserción laboral en América Latina y Asia», para comentar la excelente ponencia del Sr. Óscar Amargós. 

ImagenComo director general del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional, organismo encargado por la Ley 116-80 de «regir el sistema de capacitación, perfeccionamiento, especialización y reconversión de los trabajadores», valoro positivamente los resultados del estudio en que se basa el ponente y la pertinencia de sus recomendaciones.
ImagenEl sistema de formación técnico profesional dominicano se gestiona de manera compartida por Ministerio de Educación, el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología y el INFOTEP. Corresponde a este último el 87% de la cobertura.

El gran reto del sistema sigue siendo la organización e integración de las ofertas de formación y capacitación, de modo que la demanda de cualificación profesional sea satisfecha de manera oportuna y con calidad.

Acierta el ponente al señalar que hasta hace relativamente poco tiempo, sobre la oferta de educación y formación técnico profesional dominicana gravitaron nociones del trabajo y la productividad  que excluían al trabajador y a la trabajadora de la toma de decisiones, la proactividad y la competencia derivada del desarrollo de habilidades.

ImagenPero desde entonces ha pasado mucha agua bajo los puentes del sistema educativo dominicano. Comenzando con el primer Plan Decenal de Educación en 1992, el Pacto Nacional por la Reforma de la Educación de 2014, hasta la creación por decreto presidencial de la Comisión Nacional responsable de la elaboración del Marco Nacional de Cualificaciones en junio de este año, es mucho el esfuerzo realizado para superar nuestros déficits. 

Ya de manera formal e imperativa, nuestro sistema de formación técnica profesional se aboca, además de establecer el Marco Nacional de Cualificaciones, a diseñar la estructura interna; realizar un pilotaje de este diseño; definir los mecanismos de garantía de calidad; diseñar la estructura institucional para la puesta en marcha del marco y promover su adopción oficial.

En el plano de las responsabilidades intrínsecas del INFOTEP, en el 2008 nuestra institución elaboró el Plan Decenal de Educación para el Trabajo, el cual previó que, para ser exitoso, el nuevo sistema de formación técnico profesional debía fortalecer el papel institucional en la formación de adultos para su acreditación en el sistema educativo formal y gestionar los servicios de formación técnico profesional con pertinencia, calidad y equidad, propiciando los valores éticos y morales e impulsando la investigación social, tecnológica, y científica que promueva la innovación y modernización de estos servicios.

Hemos ido dando pasos muy firmes en este campo que, desde luego, incluye una definición y ampliación de las familias profesionales que permita mejor operativizar la oferta curricular y adecuarla con la de los otros actores del sistema.  Pero como justamente lo reconoce el Pacto Nacional por la Reforma de la Educación, el proceso de transformación educativa es lento y sus resultados no son visibles en el corto plazo.  

Mientras logramos articular el pertinente «sistema mayor», como lo llama el ponente Amargós, el INFOTEP realiza estudios macro y sectoriales cuyos resultados han mejorado su metodología docente y de evaluación y su oferta curricular.

Con base en estos resultados, las cuatro gerencias regionales que conforman nuestro esquema organizativo han podido sistematizar la composición de la demanda y vincularla a la oferta, tomando en cuenta las características socioeconómicas de la región en que aquella se produce.    

Sin embargo, cuando se considera el sector productivo al que pertenecen las empresas que solicitan egresados, comprobamos que de manera frecuente hay disparidad con la demanda formativa.

La constatación de estas discrepancias pone sobre el tapete  una arista del problema curricular que no puede ser excluida de nuestros análisis: las potenciales distancias entre las expectativas de la población activa y la oferta laboral, tanto en lo que se refiere a la rama de ocupación como a las condiciones contractuales, lo que incluye el salario.

Como institución que ha recibido el mandato de ley de «preparar mano de obra para satisfacer las necesidades productivas nacionales», y de avanzar «al ritmo en que aparezcan esas necesidades», hemos establecido una estrategia de vinculación con el sector productivo el que llamamos Servicio de apoyo a la productividad y competitividad empresarial-laboral, ofrecido a través de diferentes programas y orientado a satisfacer necesidades específicas y frecuentes de las empresas. Programas que se basan en informaciones globales (investigaciones, estudios, encuestas de fuerza laboral, etc.), que definen las tendencias de los sectores productivos, pero que también radiografían las características de la población a la que dirigimos nuestras actividades formativas.

Quiero, por último, agradecer nuevamente a la CEPAL y al señor Amargós sus relevantes aportaciones teóricas y sus certeras recomendaciones. Pueden tener la seguridad de que las tomaremos en cuenta para seguir avanzando por el camino de hacer de nuestra oferta curricular un eficaz instrumento de la formación de nuestro capital humano, de la competitividad empresarial y del desarrollo económico y la equidad social de nuestro país. 

 

Comentarios del Lic. Rafael Ovalles, Director General del INFOTEP, sobre la presentación del Sr. Oscar Amargós «Estado de Situación del Sistema Nacional de Educación y Formación Técnico Profesional de la República Dominicana», en el Seminario «Protección y Formación: Instituciones para mejorar la inserción laboral en América Latina y Asia». 

CEPAL, Santiago, Chile

20 de octubre 2016